¿Qué tiene que ver el software libre con la educación?

Estoy convencido que la mayor parte de los padres, de la gente que lea este artículo se formará inmediatamente una pregunta... ¿Qué demonios es “Software Libre”? … Pregunta que surgirá en el instante mismo de leer el titular de esta entrada.
Bueno,... mi intención es precisamente aclarar esas dos primeras preguntas. ¿Qué es? y ¿qué relación tiene con la educación?

Hay una tercera pregunta, ¿por qué ahora?

Hoy se celebra el “día universal del niño” y el movimiento de software libre celebra su “30 aniversario”. Hace 30 años, Richard Stallman, fundador del movimiento anunciaba:

“A partir del próximo Día de Acción de Gracias comenzaré a escribir un sistema de software completo compatible con Unix llamado GNU (que significa «Gnu No es Unix»), y lo distribuiré libremente para que todos puedan usarlo.”

Con este sencillo comunicado comenzó una revolución sin precedentes. Tanto es así que el “Internet” que hoy conocemos, nuestros teléfonos móviles (smartphones) y tabletas, son lo que son gracias a este movimiento. Ni siquiera los conocidos sistemas comerciales Apple y Windows serían lo mismo.
Para que pueda ser entendido por todo el mundo diré que Gnu es como Windows o Apple pero “Software Libre”. Antes de seguir adelante tengo que hacer una pequeña aclaración ya que seguramente es mucho mas conocido el termino “Linux” y muchos confunden Gnu con Linux. En realidad en la actualidad y para ser precisos el sistema de software es Gnu/Linux. Simplificando, Linux es todo lo que no se ve y Gnu lo mas visible cuando te sientas delante de un PC con un sistema de este tipo. Dicho esto vuelvo a lo realmente importante que es el termino “Software Libre”.

“Software Libre” debe entenderse en términos de libertad no de precio, significa que respeta la libertad de los usuarios y la comunidad. En términos generales, los usuarios tienen la libertad de copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software. Con estas libertades, los usuarios (tanto individualmente como en forma colectiva) controlan el programa y lo que hace. El software libre nace porque el conocimiento es libre,... debe ser libre. Todos los días en nuestras escuelas se enseñan conocimientos, conocimientos que no son propiedad de nadie y lo son de todos.

En este vídeo de seis minutos Richard Stallman explica brevemente y sin rodeos los principios del software libre y cómo están relacionados con la educación.

Fuente: dattatecblog.com

Así pues, la libertad del software asume un rol de especial importancia en el ámbito educativo. Las instituciones educativas de todos los niveles deben utilizar y enseñar exclusivamente software libre porque es el único que les permite cumplir con sus misiones fundamentales: difundir el conocimiento y enseñar a los estudiantes a ser buenos miembros de su comunidad. El código fuente y los métodos del software libre son parte del conocimiento humano. Por el contrario, el software privativo es conocimiento secreto y restringido y, por lo tanto, se opone a la misión de las instituciones educativas. El software libre favorece la enseñanza, mientras el software privativo la prohíbe.

Fuente: dattatecblog.com

El software libre no es simplemente un asunto técnico, es un asunto ético, social y político. Es una cuestión de derechos humanos que los usuarios de software deben tener. La libertad y la cooperación son valores esenciales del software libre. El sistema GNU pone en práctica estos valores y el principio del compartir, pues compartir es bueno y útil para el progreso de la humanidad.
La educación en valores como la libertad, la cooperación, la responsabilidad social, la independencia, la búsqueda del conocimiento, la calidad o el ahorro de recursos necesitan de software libre para producir individuos que participen en una sociedad digital libre, mediante la enseñanza de habilidades  que les permitan tomar el control de sus propias vidas con facilidad.

Las instituciones educativas no deben permitir que las empresas de software propietario impongan su poder sobre el resto de la sociedad y su futuro porque las escuelas tienen la responsabilidad ética de enseñar la fortaleza, no la dependencia.